sábado, 22 de marzo de 2008

· algodones rosados


Mis pies estaban cubiertos por calcetas blancas de una suave textura, era agradable sentirlas rozar mi blanca piel, de pronto sentí un ruido fuera de mi ventana, y pequeñas luces se veían a través de mi rosa cortina, saque de encima de mi cuerpo la gruesa frazada de plumas blancas que me cubría, intente abrir los ojos, pero se me hacia imposible poder despegarme del hermoso sueño que estaba teniendo, mis ojos estaban pegados como con un SUPER pegamento que me impedía ver la realidad de lo que estaba pasando detrás de esa cortina color rosa, pero después de unos cuantos minutos que se hicieron eternos, dentro de esta soñolienta realidad que paresia no tener fin, logre apoyar mis pies en el piso de madera, para poder dirigirme hasta la cortina, mi nariz sintió un leve olor a azúcar, pero no a cualquier azúcar, sino que a un azúcar con un toque de magia que me hacia imaginar un leve color rosa, al descorrer la cortina que cubría la ventana, me fije que la luz se había esfumado al igual que el olor, pensé que había sido solo un sueño y volví a la cama, volví a sentir la suave sensación de esta gran frazada que cubría cada parte de mi cuerpo, y al despertar en la mañana vi una pequeña mancha en la ventana, esta macha era algo esponjosa y se veía suave, era rosa, era el mismo color rosa que había imagina durante la noche, el día paso y llego la hora de volver a esta realidad imaginaria, me acosté y decido esperar a que pasara nuevamente lo ocurrido durante la noche anterior, espere durante arduas horas, hasta que mis ojos no soportaron mas y se rindieron ante el alucinante mundo de los sueños, llegaron las 6:34 de la mañana y volví a sentir este olor de color rosa, y me levante rápidamente para pode alcanzar a ver esta extraña luz de un azul parpadeante que se esfumaba como el humo del cigarrillo, abrí rápidamente la cortina, pero nuevamente mis ojos no alcanzaron a ver lo que debían ver en ese preciso instante, decidí salir de mi habitación por la ventana para ver si podía alcanzar esta luz que cada vez se hacia mas tenue, empecé a corre por los tejados de las casa vecinas intentando capturar esta ceniza de un azul parpadeante, de pronto escuche una melodía muy fuerte que me obligo a abrir mis ojos mire hacia el lado y vi que eran las 8 de la mañana y ya era hora de despegar mi cuerpo de las tibias sabanas.

Y así pasaron 3 semanas sin sentir mas ese olor, hasta que un día, volvió, y me levante lentamente para no asustarlo o asustarla, abrí la ventana rápidamente, estira mi brazo y lo alcance, era un pequeño, como decirlo "Hado", sus alas eran tan pequeñas como mi uña, eran de un hermoso color azul, su cabello era rubio y muy ondulado, y tenia el mismo olor que yo había sentido, ese intenso olor que saturaba mi cerebro y la información de este con cosas rosadas, lo mire fijamente y le dije:
Glubit: Quien eres?
"Hado": un humano igual que tu ( y saco su lengua perfectamente rosa)
Glubit: imposible porque yo no vuelo como tu y no soy tan pequeña como tu ( en tono burlesco)
"Hado": gracias por preguntar mi nombre es Gofer
Glubit: lo siento, olvide preguntar tu nombre
Gofer: no te preocupes me di cuenta
Glubit, mi nombre es Glubit
Gofer: ya lo se, llevo mucho tiempo observándote
GLubit: Observándome? y para que?
Gofer: porque tengo algo muy importante que entregarte
Glubit: y que seria eso?
Gofer: durante estos días has sentido un intenso olor de azúcar que te hace pensar en rosa cierto? o me equivoco?
Glubit: (mis ojos se abriros muy grandes, yo pensaba que ese olor era solo un sueño) claro, ese era el olor que me tenia pensando en rosa
Gofer: pues esto es lo que te tenia que entregar (detrás de el sale una enorme y esponjosa bola de color rosa, con ese encantador olor a azúcar con magia que dejaba en la atmósfera el sueño de un mundo color rosa)

Empecé a oler esta esponjosa bola y cuando mire para encontrar a Gofer me di cuenta que ya no estaba, que de la impresión lo solté y el se había ido hacia su mundo de muchos colores y sueños dejando un rastro de esa ceniza azul, comencé a comer esta bola que mas bien paresia algodón cuando solo quedaba el palito de madera que lo sostenía a mi mente vino el nombre de este extraño caramelo, se llamaría "algodón de azúcar", y fue así como nacieron los algodones de azúcar y desde ese día existen por todo el mundo y en cada plaza existe algún puesto callejero donde lo vendan, no hay infancia sin estos algodones, son fundamentales, ya que los inventaron unos seres color azul….

miércoles, 5 de marzo de 2008

· Se te aparesio Marzo?

no alargare mucho el tema porque creo que no hay mucho de que hablar, solo quiero desir qu eya entre al cocolegio y mi vida ya se acabo o.O. ya quiero salir del colegio nuevamente...