jueves, 7 de febrero de 2008

· pasto mojado


El pasto esta húmedo, lo siento empapar mis piernas, el viento pasa sin pedir permiso, y muestra lo que se supone debería estar oculto por siempre, los autos corren mirando lo que el viento muestra, en el cielo cambian los colores, ya no es calipso, ni azulino, sino naranjo, sus tonos perfectos de enredan a través de mi cuerpo, lo siento pasar como terciopelo, acariciando cada parte descubierta de mi piel, tengo ganas de cerrar los ojos para olvidar todo, pero me doy cuanta que a mi lado se encuentra un extraño, se su nombre, y he hablado toda la tarde con el, y e aprendido un poco mas sobre la estupidez humana, lo tomo como un extraño que en ese instante estorba en mi entorno, es incomodo estar con el y deseo que desaparezca, pero no puedo hacer eso, no es tan fácil deshacerse de un estorbo, intento que se quede en silencio, pero tampoco es tan fácil, esta hay sin darse cuenta que solo estorba y que dentro de mi solo quiero que se valla, pero luego de un rato siento su calida mano tomar la mía, y tengo ganas de soltarla, no me gusto, pero no puedo hacer eso, simplemente sigo el juego, de un instante a otro y sin darme cuenta sus labios húmedos están tocando los míos, de inmediato me doy cuenta que es un error, que besar a un completo extraño esta mal, pero lo tomo como un juego, al cual decido sumarme de una manera estupida e incomprensible, en cuanto dejo de tocar sus labios, me doy cuenta que fue una total y absoluta estupidez, pero ya no hay vuelta atrás tengo solo dos opciones quedar como la típica mina fácil o ponerme seria y decirle que quiero algo serio, ninguna de las dos opciones me gusta, pero me doy cuenta que es mejor la segunda, porque ser una mina fácil no es el mejor de los galardones, así que decido hacerme la seria aunque dentro de mi tenia ganas de escapar y no verlo nunca jamás, pero las cosas no son así y ya no las hice así, llego a mi casa y empiezo a guardar todo para emprender el viaje mañana, en el instante en el que meto la polera blanca siento calma, ser una semana en la que podré pensar y estar tranquila, el pasto ya no empapara mis piernas y sus manos calidas no me tocaran, no escuchare mas su respiración, solo seré yo y mi mente enredosa pensando.

Pero el tiempo pasa y me doy cuenta que no tengo ninguna solución para este problema, y solo decido que el tiempo me muestre la solución, pero no quiero mucho tiempo, solo quiero que la gente extraña y mala muera, dicen que todo se paga en esta vida y yo estoy pagando absolutamente todo y con demasiados intereses, estoy cansada de esto, solo quiero un minuto en paz y no sentir nada, solo el pasto tocar mis piernas y el viento pasar por mi cabello.

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